Una moto sin alma, sin estilo, queriendo ser lo que no es y nunca será, por mucho que, además, algunos preparadores como los norteamericanos de TTRNO, lo intenten.
Prueba patente y fehaciente de ello es el siguiente engendro:
Desproporcionada, fuertemente condicionada por las extrañas líneas del chasis, un basculante tipo banana, la trasera excesivamente recortada, y una disposición cuando menos estrambótica del triángulo formado por manillar-asiento-estriberas.
La moto ideal para aquello que gustan de la pose por la pose:
Ridículo, sencillamente. |
El modelo sigue posando. |
Hombre, la máquina tiene un par de detalles, vamos a reconocérselos. Uno es el acabado de los colectores, simples y funcionales, y magníficamente soldados, aunque su escaso diámetro augura no mucha potencia...
La vista trasera es inquietante, falta algo. Falta mucho. Falta estilo, claramente |
Por lo menos se lo han currado con el asiento, una belleza. Lástima que dejen tanto hierro al aire en esa zona...
En fin, de todo tiene que haber en la viña del café, y no por ser una Ducati va a resultar por huevos una maravillosa creación que nos hará babear sobre el teclado de nuestro laptop. NO.
Váyanse a la mierda con sus scramblers. Váyanse al caraho, hipsters mediocres.
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